No he conocido a nadie de semejante curiosidad intelectual. Le interesaban lo mismo los acontecimientos del día como la vida de Manco Inca y el ocaso de las antiguas civilizaciones, lo mismo Túpac Amaru y sus amigos o el pensamiento de Bolívar que la nueva cosmología de los físicos, lo mismo un estudio de la revolución francesa que el más reciente descubrimiento de los epigrafistas mayas o egipcios, una nueva teoría literaria o un joven historiador o arqueólogo, y me daba cuenta que un hombre de esa sapiencia necesitaba de muchos y muy distintos interlocutores. Sentí que a partir de esta multiplicación de perspectiva podía comprender un poco más el universo llamado Juan José Vega
LEER EL ARTICULO COMPLETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario